Y seguimos con las
recetas que tengo pendientes de subir al blog, en esta ocasión tampoco será un
postre.
A nosotros nos gusta
mucho el codillo, y aunque la cocción es un poco larga, merece la pena
prepararlo porque es muy sencillo y está muy rico.
Ingredientes:
2 codillos de cerdo cortados
por la mitad (a lo largo) con piel
1 vaso de agua
1 vaso de vino blanco
Aceite de oliva
Sal, ajo en polvo y
perejil
Preparación:
Si tenéis tiempo, es
bueno que dejéis la noche anterior los codillos en un recipiente con aceite,
vino blanco, sal, ajo en polvo y perejil, para que cojan mejor los sabores.
Pero si no podéis, no pasa nada, podéis preparar la mezcla justo antes de
hornear.
Precalentamos
el horno a 250º y ponemos en una bandeja los codillos con la piel hacia arriba
con todos los ingredientes (si lo hemos dejado en la nevera el día anterior,
sólo tenemos que añadir a mayores el agua).
Estos son
los tiempos de cocción:
Los primeros
40 minutos los asamos a 250º
Después, 45
minutos a 190º
Y terminamos
con 30 minutos a 170º
Tened en
cuenta que cada 30 min le damos la vuelta a los codillos y los vamos regando
con la salsa de la bandeja (si se está evaporando mucho, añadimos un poco de
agua).
Cuando haya
terminado la cocción, apagamos el horno y dejamos allí los codillos sin abrir
la puerta unos 15 minutos más para que ablanden.
Se sirven
acompañados de puré o de patatas fritas (las de la foto no son fritas, están
hechas en la freidora de aire) y de una ensalada o guarnición de verduras.
Ahora solo
queda disfrutarlos J