domingo, 29 de noviembre de 2020

Galletas de nata y almendra sin gluten y sin azúcar

 




Estos días hemos retomado los retos de cocina en nuestro grupo de Facebook Celíacos deCoruña.

 

La verdad es que a veces necesitamos un poco de ayuda y motivación para lanzarnos a cocinar sin gluten. Y este es el único objetivo de nuestros retos, ayudar a otros celíacos para que se vean capaces de hacer sus propias elaboraciones.

 

¡¡¡Este ha sido nuestro reto número 30!!! Antes de comenzar con la navidad, hemos hecho una encuesta para elegir nuestra receta, y nos hemos atrevido con unas galletas de nata.

 

Una de las recetas propuestas la tenéis en este mismo blog, concretamente AQUÍ. Pero yo he preparado otra de las recetas propuestas. La receta original (con azúcar) es de Teresa, está sacada de su blog, podéis verla AQUÍ.

 

Os dejo el paso a paso de la receta, así que más fácil… imposible J

 

Ingredientes:  (Como siempre, revisad que todos sean sin gluten ni trazas)

 

435 gr de harina (275 gr de harina de arroz + 100 gr de almidón de maíz (tipo Maizena) + 60 gr de almendra molida

200 ml de nata de repostería

1 huevo L

1 cucaradita de levadura química

25 gr de Sucralin (sucralosa)

Un poco de leche para pintar las galletas

 

 

Preparación:

 

Mezclamos todos los ingredientes secos y añadimos la nata y el huevo.

 

A mí me resulta más fácil echar todos los ingredientes en un recipiente y mezclar con una cuchara, después seguimos amasando con la mano, pero sin sacar la masa del recipiente. Hasta formar una bola:

 


Formamos un rulo con la masa y lo metemos en la nevera una media hora, para que endurezca: 


Sacamos el rulo de masa de la nevera, y cortamos rodajas (a mí me gustan las galletas gorditas, pero eso a gusto de cada uno): 


Decidimos la forma: puedes hacer bolitas, hacer bolitas y aplastarlas un poco con un tenedor y te quedarán así: 


 

O puedes usar un cortapastas (los hay de plástico o metálicos), estos dos son de Ikea: 


 

Si quieres usar el tenedor, es mejor hacerlo en la propia bandeja para hornear (cubierta con papel de hornear). Pero si queréis usar el cortapastas, os recomiendo que aplastéis la rodaja de masa con la mano, encima de un tapete de silicona o un trozo de film (para que no se os pegue a la encimera o a la mesa): 


Cortamos con el cortapastas: 


 

Sacamos la masa sobrante:


 



Despegamos la galleta con ayuda de un cuchillo, espátula,… y la ponemos en la bandeja del horno (forrada con papel de hornear): 


 

¿Qué hacemos con los recortes de masa? 




Otro rulo y un ratín a la nevera si veis que está muy blanda:
  


Repetís el proceso hasta que os canséis… jejeje… Si no os cansáis, usad toda la masa, hasta que os quede solo una porción pequeñita, que no os quedará otra que no usar el cortapastas (mirad en la foto… esa bolita que se ve, era el último trocito):  


Pintamos las galletas con un poco de leche, con ayuda de un pincel:



Horneamos las galletas a 180º, el horno tiene que estar precalentado y con calor por arriba y por abajo. Cuando estén doradas (unos 20-25 minutos, depende de cada horno), las sacamos del horno y las dejamos enfriar sobre una rejilla:

  


  

Recordad que las galletas, una vez que estén frías, las tenemos que conservar en una lata o en un tarro de cristal con tapa.

 

Espero que os gusten.

 

 


domingo, 22 de noviembre de 2020

Salmón ahumado casero





En este año tan atípico, creo que muchos nos hemos lanzado a probar cosas nuevas en la cocina.

 

Uno de los platos que he aprendido a preparar es el salmón ahumado, que está muy rico. Es muy fácil de preparar, ¡¡solo es necesario un poco de paciencia para esperar los días necesarios para comerlo!!

 

Os he preparado un paso a paso para que os resulte más sencillo.

 

¿Qué vamos a necesitar? Además de los ingredientes (que son muy pocos) necesitaremos:

- un tupper o un recipiente profundo, no es necesario que tenga tapa

- un brick de leche, vino,… algo que pese… mi amiga Cuca ha usado un bote de tomate triturado (nos sirve también)

- film transparente

 

Ahora vamos con los ingredientes:

-      Un lomo de salmón, cuando más grueso mejor

-      Nuestro preparado para ahumar. Aquí os voy a dar tres opciones, según lo que tengáis en casa o podáis comprar:


1.   Un paquete de preparado para ahumar salmón (sin gluten, por supuesto) como este, por ejemplo:



2.   La siguiente mezcla: sal (700 gr), azúcar (300 gr) y una pizca de sal ahumada (sin gluten). Sal ahumada como esta, por ejemplo, que se usa 1 gramo por cada kg de pescado a ahumar:




3.   ¿No tenéis sal ahumada? ¡¡¡No pasa nada!!! Yo no tenía en una de las ocasiones que lo preparé y le dí un toque muy interesante, añadiendo a la mezcla unas cucharadas soperas (3 o 4) de bolas de pimienta. Con lo que usaríamos: sal (700 gr), azúcar (300 gr) y pimienta en grano (yo usé una que tenía varios tipos mezclados, pero usad la que tengáis).

 

Si os sobra parte de este preparado (con el que taparemos el salmón), lo podemos conservar en un bote o en una bolsa con cierre hermético, para la siguiente ocasión… nada de tirarla.

  

Preparación:

 

Lavamos el lomo del salmón y lo secamos con papel de cocina.

 

No hace falta quitarle la piel (gran recomendación de mi amiga Cristina (os invito a visitar el blog de esta magnífica cocinera y gran persona aquí), pero sí tenemos que quitarle las espinas.

 

En la pescadería ya os quitarán la mayoría, pero dentro del lomo, si pasáis el dedo por la superficie, vais a notar unas espinas bastante grandes, que deberíamos retirar.

 

Yo utilizo una pinza específica para pescado, pero usad la que tengáis (bien lavada):


 


­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­Ponemos en el recipiente que tengamos preparado, una capa de nuestra sal:

 



 

Ponemos el salmón encima, con la piel hacia abajo, y lo cubrimos completamente con sal.

 



 Ponemos un trozo de film encima de la sal y colocamos encima el peso, en este caso un brick de vino. Y envolvemos todo el paquete con film transparente, para que no entre el aire y también para que no dé olor a otros alimentos en la nevera:




 

Metemos 48 horas en la nevera. Pasado ese tiempo lo abrimos, así es como queda:




Veréis que ha mermado bastante y que ha oscurecido:

 



 

 

La capa de sal de abajo, habrá quedado muy húmeda o incluso compactada:




 

Lavamos y secamos el salmón y lo envolvemos en film transparente. Y otra vez 48 horas a la nevera.

 



 

Transcurrido ese tiempo ya lo podemos comer. Se corta en lonchas muy finas con un cuchillo afilado tipo jamonero, por ejemplo:

 



 

Se conserva tapado en la nevera, aquí veis otro lomo más fino cómo ha quedado:

 





Otra opción para conservarlo en meterlo en un bote con aceite y eneldo.

 

Espero que os guste.




Imprimir - PDF