Pan de molde con semillas sin gluten

 

Esta receta está inspirada en las recetas de Cristina Menéndez de La Cocina del Carbón. Os animo a visitar su web o su canal de youtube, que tiene preparaciones sin gluten muy interesantes, fáciles de preparar y explicadas paso a paso.

En este caso no vamos a necesitar panificadora ni tendremos que hacer el prefermento el día anterior, con lo que ganaremos tiempo en la preparación.

Ingredientes: (Recordad que tenéis que aseguraros que todos sean sin gluten y sin trazas)

100 gr de almidón de trigo

75 gr de harina de arroz

75 gr de almidón de maíz

8 gr de sal

1 cucharadita de goma xantana

1 cucharadita de psyllium

1 cucharadita de levadura química

50 ml de aceite de oliva

1 huevo

1 cucharada sopera de vinagre

60 gr de semillas al gusto

1 cucharada sopera de miel

10 gr de levadura seca de panadero

260 ml de agua

Un poco de agua adicional para disolver la levadura y pincelar el pan

*** Para los que no toleráis el trigo, podéis usar estas harinas y almidones:

100 gr de almidón de maíz

75 gr de harina de arroz

75 gr de fécula de mandioca

*** Para los que no podéis tomar huevo, se puede sustituir de esta forma (hay muchas más): dejamos en remojo 1 cucharada (7 gr) de semillas de chía/lino o una mezcla de ambas, durante 15 minutos en 3 cucharadas de agua (45 gr). Una vez pasado este tiempo, pasamos la batidora.

Preparación:

Empezamos la preparación disolviendo la levadura de panadería en dos dedos de agua templadita en una taza, añadimos la miel y removemos. Reservamos para que espume.

Colocamos en un recipiente grande todos los ingredientes secos: las harinas y almidones, la sal, la goma xantana, el psyllium, la levadura química. y Añadimos los líquidos: el agua, la mezcla de la levadura de panadero, el huevo, el aceite y el vinagre.

Mezclamos bien hasta que no haya grumos: con unas varillas (unos 30 minutos) o con batidora/amasadora (unos 15 minutos).

Cuando esté todo bien integrado, añadimos 50gr de semillas y movemos con una espátula para que se distribuyan bien por la masa.

Colocamos en un molde alargado, yo he usado uno de silicona tipo plum cake, no he tenido que enharinarlo. Si usáis uno metálicos sí debéis hacerlo, para que no se pegue.

Alisamos un poco la superficie de la masa con un poco de agua, ayudándoos de un pincel (si no tenéis, mojad una espátula o la mano). Esparcimos las semillas que nos han quedado (10 gr) para decorar.

Tapamos nuestro pan para que leve y doble su volumen. Es importante que no entre aire (ya sabéis que yo lo tapo con un gorro de ducha que tengo reservado para estas cosas) y que esté a temperatura cálida, alejado de corrientes.

Si es invierno o hace frío, es recomendable encender el horno a 50º mientras amasamos el pan, apagarlo y meter el pan a levar dentro (tapado, no os olvidéis).

Yo lo dejé 1 hora dentro del horno, pero puede tardar un poco más, lo podéis ir vigilando. Así os debería quedar:

Cuando tengamos la masa lista, la sacamos del horno (si estuvo levando allí) y vamos a precalentarlo a 180º unos 10-15 minutos (depende de lo que tarde vuestro horno en calentarse).

Cuando esté el horno caliente, destapamos nuestra masa, la ponemos sobre la rejilla a media altura, con calor por arriba y por abajo. Vaciamos un vaso de agua en la parte baja del horno para que se forme vapor y cerramos rápidamente.

Vamos a hornear a 180º durante 40 minutos. Y así quedará, doradito:

Una vez pasado ese tiempo, desmoldamos el pan sobre una rejilla y lo dejamos enfriar. Mirad la parte de abajo, ha quedado bien cocido:

Ojo!! es importante no cortarlo hasta que enfríe, para que acabe de hacerse.

Una vez que esté frío, podemos cortalo en rebanadas. Yo suelo congelar las rebanadas que no voy a consumir ese día o al día siguiente, separadas por un trocito de papel de horno, y empaquetadas en una bolsa con cierre zip. Así vamos sacando las que necesitamos y el resto se conservan perfectamente.

La miga es estupenda:

Para descongelar, las dejamos a temperatura ambiente. Quedan muy bien dándoles un toque en la tostadora, plancha o sartén.

Espero que os guste.

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Como complemento a la labor que realiza este blog y en redes sociales, tenemos desde hace tiempo un canal en Telegram sobre celiaquía.

Es un medio en el que no hay prácticamente canales de chat sobre el tema, así que lo hemos llamado Celiacos de España y en el compartimos información sobre celiaquía. Podéis consultar dudas, compartir recetas y apoyar a otros celíacos que participan en el canal.

No es necesario estar en España, pero tened en cuenta que por la diferencia horaria, es probable que si escribís desde otros continentes, tardéis unas horas en recibir respuesta.

Para por acceder al grupo de chat podéis buscarlo por el nombre o pinchar en: https://t.me/Celiacos_ESP

Pan sin gluten con trigo sarraceno (en sartén)

 

Esta receta surgió ayer de la experimentación, modificando otra receta que hacía habitualmente (Pan marroquí sin gluten en sartén) porque me apetecía añadir harina de trigo sarraceno, porque me encanta el sabor que le da al pan.

A veces los experimentos son un desastre, pero otras veces te llevas sorpresas muy agradables, como en este caso.

Ingredientes: (Recordad que tenéis que aseguraros que todos sean sin gluten y sin trazas)

280 gr de harina Schär Mix B

50 gr de harina de trigo sarraceno

330 ml de agua templada

15 gr de levadura fresca de panadería

1 cucharada sopera de aceite de oliva

1 cucharadita de azúcar

1 cucharadita de sal

Preparación:

Comenzamos la preparación disolviendo el azúcar en el agua templada con el aceite, y añadiendo la levadura desmenuzada. Reservamos para que vaya espumando.

En otro recipiente mezclamos bien los ingredientes secos: las dos harinas tamizadas y la sal.

Mezclamos todos los ingredientes con ayuda de una espátula durante unos minutos, hasta que esté todo muy bien integrado y no haya grumos. La textura que debe quedar es cremosa, como un helado.

Tapamos la masa para que no entre aire (yo con mi gorro de ducha que tengo solo para las masas) y dejamos que leve en un lugar donde no haya corrientes de aire. Si hacéis el pan cuando haga frío, podéis meterlo dentro del horno apagado, después de haberlo tenido encendido a 50º grados durante la preparación.

Cuando haya pasado una media hora (puede necesitar algo más, no pasa nada!! dadle tiempo), lo tenéis listo. Veréis que ha doblado su volumen y que este es el resultado:

Dividimos la masa en 6 y 8 porciones y formamos montones de masa para hacer los panecillos. Los he puesto sobre un papel de horno pincelado con aceite, para poder despegarlos después fácilmente.

Yo les he dado forma con las manos mojadas, para que no se pegase la masa. Cuando veía que se pegaba, volvía a mojarlas. Pero podéis ayudaros con un poco de harina de arroz para darles forma, como os sea más cómodo.

Tapamos con un paño y dejamos levar 1 hora en un lugar cálido. Ojo! pincelad con un poco de aceite  o espolvoread con un poco de harina para que nos se os pegue el paño. 

Cuando haya pasado este tiempo, calentamos una sartén o plancha con un poco de aceite de oliva. Asamos los panecillos (los despegamos del papel con ayuda de la espátula) a fuego medio: mi cocina marca 9 como máximo y los he cocinado al 5. Los haremos 4 minutos por cada lado.

Los sacamos y los dejamos enfriar un poco sobre una rejilla.

Os recomiendo que los que no vayáis a consumir, los congeléis ya abiertos por la mitad, para poder sacarlos cuando queráis y tenerlos listos para calentarlos en la tostadora, en el micro unos segundos o en incluso en una sartén.

Espero que os gusten.

Costillas asadas en freidora de aire (freidora sin aceite o airfryer)

 

Aunque ahora se han puesto de moda, nosotros hace ya varios años que tenemos la nuestra freidora. La que tenemos es de Lidl, pero podéis encontrar en el mercado infinidad de marcas, modelos, diferentes capacidades y modelos.

Es una compra totalmente recomendable, porque vais a comer de forma mucho más saludable, al no freír los alimentos en un montón de aceite, que la comida absorberá.

Os recomiendo que compréis estos discos de papel perforado, para alargar la vida de vuestra freidora y evitar que se peguen los alimentos.

Ingredientes: (Recordad que tenéis que aseguraros que todos sean sin gluten y sin trazas)

1 kg de costilla de cerdo

Sal

Pimienta blanca molida

Ajo en polvo

Perejil

Aceite

Preparación:

Sacamos la costilla de la nevera con al menos una hora de antelación, para que esté a temperatura ambiente a la hora de cocinarla.

Cortamos la costilla en trocitos. Nosotros le pedimos a nuestra carnicera que le haga un corte a la tira a lo largo, para que quepa más cantidad en el cesto de la freidora.

Una vez que tengamos los trocitos separados, los adobamos con sal, pimienta, ajo y perejil. Si lo podéis hacer el día anterior, podéis dejarlas ya listas en un recipiente tapado en la nevera. Añadimos una cucharada sopera de aceite de oliva y removemos bien.

Precalentamos la freidora a 200º, este es un paso importante para que los alimentos se cocinen bien.

Cuando esté caliente (en la nuestra cambia la luz que tiene de naranja a verde), colocamos nuestro papel y ponemos encima la costilla.

Cocinamos a 200º unos 40-45 minutos, dándole la vuelta a la carne de vez en cuando para que se doren todos los trocitos por igual. Controlad el tiempo, ya que variará un poco según la potencia de vuestra freidora.

Una vez que esté lista, la servimos con el acompañamiento que elijáis y a disfrutar.

Arroz con leche sin gluten y sin azúcar

A lo largo de los años hemos probado infinidad de recetas de arroz con leche, pero no me había dado cuenta de que no teníamos ninguna publicada.

Esta receta es muy sencilla, solo requiere un poco de tiempo y cariño. Podéis sustituir el edulcorante por azúcar al gusto.

Ingredientes: (Recordad que tenéis que aseguraros que todos sean sin gluten y sin trazas)

 
- 200 gr de arroz redondo

- 250 ml de agua

- 1,5 l. de leche

- 1 rama de canela

- la piel de medio limón (sin la parte blanca)

- la piel de media naranja (opcional, podéis usar solo la de limón)

- una pizca de sal

- 200 ml de nata de montarla

- 2 cucharadas soperas de edulcorante líquido (yo he usado sacarina de Hacendado)

Preparación:

Ponemos a cocer la leche con la rama de canela y la peladura de limón y naranja. Dejamos que de un hervor y reservamos. Si lo podéis hacer con tiempo mejor, para que la leche se impregne de todos los aromas.

En una olla (tened en cuenta que será donde vertamos toda la leche, no puede ser muy pequeña) ponemos a cocer el arroz con el agua. No os asustéis, pero ni siquiera espero a que el agua esté caliente, lo pongo todo tal cual.

Una vez que hierva, bajamos el fuego al mínimo y vamos a dejar que cueza hasta que casi se evapore el agua. Tarda muy pocos minutos: en 5 a lo mejor ya lo tenéis, así que no le saquéis el ojo. Os quedaría algo así:

Entonces añadiremos la leche colada (preferiblemente caliente) sobre el arroz y una pizca de sal, y seguiremos cociendo al mínimo.

Ahora es muy pero muy importante que empecemos a remover “rascando” el fondo de la olla. Si no removéis cada poco, se os va a pegar. Aseguraos de disponer de 25- 30 minutos para estar pendientes de la cocción.

Una vez pasado este tiempo veréis que está muy cremoso, es entonces cuando añadiremos la nata y el edulcorante y removeremos unos 5 minutos más, hasta que esté todo integrado.

Consejo: no dejéis el arroz muy espeso, tened en cuenta que mientras enfría va a absorber leche, y puede quedar como un bloque… eso sí, un bloque delicioso 😁Dejad que quede, como mucho, así de espeso:

Ahora solo falta esperar a que enfríe (si podéis) y disfrutarlo. Se conserva en la nevera varios días en perfecto estado.

Porras sin gluten

 

Quiero aprovechar la primera publicación de este año nuevo, para desearos todo lo mejor y también para haceros una petición.

Me llena de tristeza ver la poca empatía, gratitud y solidaridad que nos rodea. A pesar de lo duro que ha sido el 2020 en muchos aspectos, muchas personas siguen con la misma actitud… siguen con el corazón como una piedra, así de claro.

Os pido que en este 2021 demostremos con nuestros actos (no de palabra, que es lo más fácil) que los celíacos (y también los que nos lo sois, pero me estáis leyendo) somos buena gente y pensamos en los demás.

Un simple “gracias”, un “por favor”, pensar un poco antes de abrir la boca para decir algo, dejar de estar siempre hablando en negativo,… no es tan complicado ¿a qué no?

Ahora vamos con la receta.  ¡¡Lo primero es aclarar que las porras no son churros!! En mi tierra (Galicia) no son típicas, pero en lugares como Madrid, sí que se ven en muchos establecimientos.

Mi receta de churros la tenéis aquí, con un paso a paso que os resultará muy sencillo de seguir.

La receta para hacer las porras la encontré en el blog de Sin gluten es más rico, que os animo a visitar, porque tiene recetas muy interesantes y bien explicadas.

Ingredientes: (Recordad que tenéis que aseguraros que todos sean sin gluten y sin trazas)

-      450 gr de agua

-      4 gr de sal

-      300 gr de harina MIX B de Schär

-      50 gr de harina de trigo sarraceno

-      10 gr de levadura química (la de repostería, no la de pan)

-      Aceite de girasol para freír

 

Preparación:

No puede ser más sencilla y además no necesitamos churrera, usaremos una manga pastelera con una boquilla ancha.

Pesamos las harinas y la levadura, las mezclamos.

Ponemos a calentar el agua y cuando esté templada, la retiramos del fuego. Añadimos las harinas y removemos bien con un batidor de varillas hasta que no queden grumos.

En este momento ya podemos poner el aceite a calentar. Tiene que ser aceite abundante, las porras aumentan mucho de tamaño y tienen que flotar.

Ponemos la masa en una manga pastelera y cuando el aceite esté muy caliente, echamos la masa en la sartén, formando una espiral.

Cuando la masa se hay dorado, le damos la vuelta con cuidado (yo la enganché con dos tenedores) y freímos por el otro lado hasta que se dore también. 

Retiramos de la sartén y dejamos escurrir sobre papel absorbente.

Cuando haya enfriado un poco, cortamos la espiral con una tijera, haciendo las porras del tamaño que más nos guste.

Se pueden espolvorear con azúcar o edulcorante. No os olvidéis de comerlas con un delicioso chocolate caliente.

Espero que os gusten.

Edito el 17/01/2021:

Las porras se pueden congelar, una vez que estén bien frías. 

Hoy las hemos terminado porque las congelé en paquetes de 6 (3 para cada uno, jejeje...) para poder tomarlas los fines de semana o en días que no tuviésemos que desayunar a las 6 y pico de la mañana. Las dejáis descongelar a temperatura ambiente (yo las saco la noche anterior) y listo. 

Si os gustan calientes, las podéis meter unos segundos en el micro o unos minutos en el horno bien caliente (yo tengo un minihorno, no enciendo el horno normal para eso) o en una freidora de aire. No hay que volver a freírlas.