Valladolid, 7 sep (EFE).- Hojaldre, crema de naranja y bizcocho de chocolate son los ingredientes que necesitan los confiteros vallisoletanos para elaborar la tradicional tarta de San Lorenzo, un dulce del que por cuarto año consecutivo han repartido gratuitamente 6.000 raciones en la cuarta jornada de fiestas de la ciudad.
Vallisoletanos y turistas han formado una larga cola horas antes de la degustación, desde la Plaza Zorrilla hasta la Plaza de Colón, donde se han repartido cerca 6.000 raciones, 500 más que en las pasadas fiestas.
La iniciativa ha contado por segundo año consecutivo con raciones especiales sin gluten aptas para celíacos, en concreto 400, el doble de las que se prepararon en 2008.Niños, jóvenes y, sobre todo, mayores, han esperado durante más de una hora para recibir una de las raciones, que han sido repartidas, entre otros, por la concejala de Cultura, Mercedes Cantalapiedra, y por el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Confitería de Valladolid, Javier del Caño.
La concejala, que desde el primer año en que se hizo la degustación ha colaborado en el reparto, ha manifestado que es una iniciativa "fantástica" para demostrar que en Valladolid "se saben hacer buenos dulces".
Apenas media hora después del inicio del reparto, los confiteros han anunciado desde megafonía que sólo quedaban mil raciones, algo que no ha desanimado a los allí presentes, que han aguantado en la larga fila a pesar de las pocas esperanzas de llegar a probar una de las raciones.
La tarta de San Lorenzo, dulce creado en el año 2000 por un grupo de confiteros de la ciudad, sólo puede degustarse durante las fiestas patronales, ya que se pretende que la gente "lo relacione con la semana de fiestas y se convierta en una tradición", ha explicado el presidente de la Federación de Comercio y Servicios de Valladolid (Fecosva), Javier Labarga.
La elaboración del dulce es sencilla y consiste en cocer el hojaldre, añadir una crema de naranja y preparar un bizcocho de chocolate, ingredientes que después de adornan con azúcar glaseado y unas rodajas de naranja.
Cerca de veinte pastelerías de la ciudad venden el dulce durante estos días en forma de raciones, a un precio de entre 1,20 y 2 euros, o de tartas, para unas seis personas, que cuestan unos ocho euros. EFE
Fuente: http://www.abc.es/agencias/noticia.asp?noticia=101259
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