miércoles, 18 de noviembre de 2009

NOTICIAS: ACEME nace con el fin de mejorar la vida del celiaco

Dori Núñez
jueves, 12 de noviembre de 2009


Miembros de ACEME junto con la presidenta de la Asociación de Celíacos de MálagaLa Asociación Celíaca de Melilla (ACEME) nace con el objetivo de concienciar a la sociedad sobre una enfermedad muy extendida como es la intolerancia al gluten.


Esta enfermedad afecta a una de cada 150 personas y aunque pueden padecerla tanto niños como adultos, manifiesta su presencia antes de los cinco años de edad o a partir de los 40 años. La presidenta de la asociación, Elena Samper, comenta que el objetivo es dar cubertura en Melilla a los afectados por esta enfermedad, desde información sobre los alimentos que pueden tomar hasta consejos sobre cómo realizar una rutina normalizada con un enfermo celíaco.
Para entrar a formar parte de ACEME sólo hay que rellenar un folleto de inscripción que se pueden encontrar en los establecimientos donde venden comida específica para celíacos y otras entidades como colegios o centros médicos. La aportación es de 50 euros anual y con ella se cubren la información sobre los listados de alimentos, el libro de alimentos publicada por la Federación de Asociaciones de Celíacos y las actividades que se desarrollen. Desde la dirección de ACEME indican que es necesario mandar la justificación del depósito y los datos al apartado de correos 374, o bien, acercarse en horario de 18:00 a 20:30 horas al Centro de Reconocimiento Médico Duquesa de la Victoria, situado en la calle Pablo Vallesca.

Objetivos y actividades

Los objetivos de esta asociación sin ánimo de lucro son muchos y siempre en favor y cuidado de los afectados por la enfermedad celíaca. En primer lugar “es necesario facilitar información y concienciar a la sociedad melillense de que no es una enfermedad rara ni una alergia, sino una intolerancia muy común en nuestros días”, explica Samper. Así, la primera actividad que la asociación va a poner en marcha es una campaña de información sobre la enfermedad que no sólo será para los afectados, sino para toda la población. De esta forma, se pretende que comercios, restaurantes o bares comprendan a los afectados por la intolerancia al gluten y se unan para facilitar en la medida de lo posible su vida.
Por otro lado, ACEME acercará la problemática a los colegios de la ciudad con el objetivo de concienciar a los niños sobre la enfermedad ya que muchos la padecen y otros comparten su clase con un niño afectado. Esta campaña también informa a los profesores y anima a los centros que tengan cafetería y comedor a implantar chucherías y alimentos sin gluten. Un niño que sea celiaco no puede comer nada que contenga esta proteína que se encuentra en los derivados de todos los cereales exceptuando el maiz y el arroz. Esto limita mucho la lista de alimentos que pueden consumir y los especializados tienen un precio muy alto.
Para el futuro, la Asociación Celíaca de Melilla tiene previsto realizar, en colaboración con la Escuela de Hostelería, unos cursos de cocina para celíacos. Además, ya han recibido la noticia de que en el próximo restaurante que la Escuela de Hostelería abrirá en primavera habrá un menú especial para celíacos. Otra actividad prevista será la demanda a las grandes superficies comerciales de la ciudad de alimentos para celíacos de las marcas que suelen tener en sus establecimientos. Además, “solicitar una subvención para realizar una campaña de alimentos entre los celíacos con el objetivo de paliar el alto precio de estos productos en familias que más lo necesiten”, según detalló Samper.

Vida de un celiaco

La vida de un adulto que es celiaco es “normal dentro de lo que cabe, porque tenemos una vida social muy limitada, ya que no podemos comer en cualquier sitio porque no te garantizan que los alimentos no estén contaminados”, explica la secretaria de la asociación, Ana Marín.
Además de aquellos alimentos que llevan gluten, como la pasta, el pan o los dulces, numerosos conservantes, colorantes y espesantes tienen esta proteína. Esto impide a los celíacos la ingesta de congelados, dulces, chucherías, y cualquier alimento que haya estado en contacto con el gluten como puede ser un aceite donde se hayan frito alimentos empanados.
La tesorera de ACEME, Marisa Santamaría, es madre de una niña celiaca y cada vez que va a un cumpleaños debe llevar su fiambrera con su bocadillo, su botella de agua y sus propias golosinas. “No podemos improvisar una tarde y salir a tomar algo ya que debemos preparar sus alimentos con tiempo”, según explica Santamaría. Otro de los aspectos más complejos para estos enfermos es la ingesta de medicamentos debido a que en su composición suelen incluir la proteina y “es toda una odisea descubrir si el que necesitas no está contaminado”, detalla la presidenta de ACEME. Otra de las revindicaciones que se hace desde la asociación es que haya un especialista en la materia en la ciudad y un nutricionista que puedan atender a estos enfermos para realizar las diferentes revisiones o para detectar nuevos casos en personas con perfiles que se asemejan a los que presentan los celíacos. Se necesita un especialista en nutrición ya que las proteínas que estos enfermos no ingieren por su intolerancia deben ser sustituidas a través de otros alimentos, como por ejemplo comer muchas legumbres porque suelen perder muchas reservas de hierro.

Fuente: http://www.elfaroceutamelilla.es/content/view/41494/77/

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