Una de las ventajas que tiene es que se hace bastante rápido y no es complicada.
Espero que os guste.
Ingredientes:
Para 2 o 3 personas necesitaremos:
Una cebolla tierna
1 kg de mejillones
Medio vaso de vino blanco
200 ml de nata
Perejil
Pimienta
Aceite de oliva
Sal
Preparación:
Limpiamos los mejillones y los dejamos
reservados.
Ponemos 2 cucharadas de aceite en una olla y añadimos la
cebolla troceada cuando esté muy caliente. Bajamos el fuego y dejamos
que se haga hasta que esté transparente.
Añadimos los mejillones y el medio vaso de vino blanco, y
tapamos la olla.
Cuando hayan abierto los mejillones añadimos
la nata. Dejamos cocer un par de minutos y retiramos los mejillones con
cuidado para una fuente, yo los tapo con un paño para que no se sequen.
Dejamos la salsa a fuego vivo para que reduzca, removiendo
para que no se pegue.
Cuando tenga textura de salsa (puede tardar
unos cuantos minutos en espesar), rectificamos la sal y añadimos pimienta.
Echamos la salsa por encima de los mejillones y añadimos
perejil recién picado por encima. Se sirven calientes.
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