domingo, 22 de noviembre de 2020

Salmón ahumado casero





En este año tan atípico, creo que muchos nos hemos lanzado a probar cosas nuevas en la cocina.

 

Uno de los platos que he aprendido a preparar es el salmón ahumado, que está muy rico. Es muy fácil de preparar, ¡¡solo es necesario un poco de paciencia para esperar los días necesarios para comerlo!!

 

Os he preparado un paso a paso para que os resulte más sencillo.

 

¿Qué vamos a necesitar? Además de los ingredientes (que son muy pocos) necesitaremos:

- un tupper o un recipiente profundo, no es necesario que tenga tapa

- un brick de leche, vino,… algo que pese… mi amiga Cuca ha usado un bote de tomate triturado (nos sirve también)

- film transparente

 

Ahora vamos con los ingredientes:

-      Un lomo de salmón, cuando más grueso mejor

-      Nuestro preparado para ahumar. Aquí os voy a dar tres opciones, según lo que tengáis en casa o podáis comprar:


1.   Un paquete de preparado para ahumar salmón (sin gluten, por supuesto) como este, por ejemplo:



2.   La siguiente mezcla: sal (700 gr), azúcar (300 gr) y una pizca de sal ahumada (sin gluten). Sal ahumada como esta, por ejemplo, que se usa 1 gramo por cada kg de pescado a ahumar:




3.   ¿No tenéis sal ahumada? ¡¡¡No pasa nada!!! Yo no tenía en una de las ocasiones que lo preparé y le dí un toque muy interesante, añadiendo a la mezcla unas cucharadas soperas (3 o 4) de bolas de pimienta. Con lo que usaríamos: sal (700 gr), azúcar (300 gr) y pimienta en grano (yo usé una que tenía varios tipos mezclados, pero usad la que tengáis).

 

Si os sobra parte de este preparado (con el que taparemos el salmón), lo podemos conservar en un bote o en una bolsa con cierre hermético, para la siguiente ocasión… nada de tirarla.

  

Preparación:

 

Lavamos el lomo del salmón y lo secamos con papel de cocina.

 

No hace falta quitarle la piel (gran recomendación de mi amiga Cristina (os invito a visitar el blog de esta magnífica cocinera y gran persona aquí), pero sí tenemos que quitarle las espinas.

 

En la pescadería ya os quitarán la mayoría, pero dentro del lomo, si pasáis el dedo por la superficie, vais a notar unas espinas bastante grandes, que deberíamos retirar.

 

Yo utilizo una pinza específica para pescado, pero usad la que tengáis (bien lavada):


 


­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­­Ponemos en el recipiente que tengamos preparado, una capa de nuestra sal:

 



 

Ponemos el salmón encima, con la piel hacia abajo, y lo cubrimos completamente con sal.

 



 Ponemos un trozo de film encima de la sal y colocamos encima el peso, en este caso un brick de vino. Y envolvemos todo el paquete con film transparente, para que no entre el aire y también para que no dé olor a otros alimentos en la nevera:




 

Metemos 48 horas en la nevera. Pasado ese tiempo lo abrimos, así es como queda:




Veréis que ha mermado bastante y que ha oscurecido:

 



 

 

La capa de sal de abajo, habrá quedado muy húmeda o incluso compactada:




 

Lavamos y secamos el salmón y lo envolvemos en film transparente. Y otra vez 48 horas a la nevera.

 



 

Transcurrido ese tiempo ya lo podemos comer. Se corta en lonchas muy finas con un cuchillo afilado tipo jamonero, por ejemplo:

 



 

Se conserva tapado en la nevera, aquí veis otro lomo más fino cómo ha quedado:

 





Otra opción para conservarlo en meterlo en un bote con aceite y eneldo.

 

Espero que os guste.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Imprimir - PDF