Esta receta la he preparado especialmente para San Valentín para regalar a mi familia, pero son perfectas para un regalo en cualquier momento del año.
Ingredientes: (revisad que todos sean sin gluten ni trazas)
250 gr de mantequilla a temperatura ambiente
1 huevo
25 gr de sucralín diabéticos (o 125 gr de azúcar si no tenéis
diabetes)
175 gr de harina de arroz integral + 100 gr de fécula de
patata (si no tenéis estas harinas, podéis cambiarlas por harina de arroz
normal 175 gr y maicena 100 gr)
125 gr de almendra molida
1 cucharadita (de café) de esencia de vainilla
1 pizca de sal
2 cucharadas de cacao puro sin azúcar
Preparación:
Ponemos la mantequilla en un bol y la trabajamos un poco con
una espátula.
Añadimos todos los ingredientes excepto el cacao y los integramos
con las manos dentro del recipiente.
Dividimos la masa en dos partes. Envolvemos una de ellas en
film transparente y reservamos en la nevera.
Añadimos a la otra mitad de la masa el cacao y amasamos en el
recipiente hasta que se integre. Envolvemos también en film transparente y
metemos en la nevera.
Después de unos 20 minutos o media hora, sacamos la masa de
la nevera y la estiramos, dejamos una plancha de medio centímetro de grosor
aproximadamente. Lo más fácil para que no se nos pegue es estirarla entre dos
hojas de papel de horno.
Como las galletas las hice para “el día del amor” para
regalar a mi familia, las hice con forma de corazón. Me inspiré en uno de los
vídeos de repostería japonesa que veo últimamente, aunque aún me queda mucho
por aprender para que se parezcan en algo.
Con un cortapastas pequeño con forma de corazón, cortamos
corazones en las dos planchas de masa y los intercambiamos. Es decir, en la
masa de vainilla ponemos los corazones de chocolate, y en la masa de chocolate
ponemos los corazones de vainilla. Como en la fotografía. Volvemos a poner el
papel de hornear por encima y pasamos el rodillo con cuidado para que la masa
se vuelva a unir.
Para que me fuese más fácil cortar las galletas, metí las
planchas de masa en el congelador unos minutos. Mientras, puse a precalentar el
horno a 180º.
Con un cortapastas de corazón más grande cortamos las
galletas y las ponemos en la placa de horno. Se hornean de 12 a 15 minutos, no
tienen que dorarse. Cuando las saquemos del horno las dejamos un par de minutos
en la bandeja y después las sacamos con cuidado para una rejilla para que
terminen de enfriar.
Con los recortes de la masa hice unos corazones pequeños,
uniendo los trozos de masa sin mezclar mucho (queda como un marmolado).
Formamos un rulo y lo dejamos unos minutos en el congelador o en la nevera para
que la masa endurezca y sea más fácil cortarlos. Cortamos y horneamos de la
misma forma.
Las galletas las conservamos en una caja de lata. En mi caso
como parte eran para regalar, las puse en bolsitas para galletas con unas
pegatinas nuevas que me he comprado.
Espero que os gusten.
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