Las personas que sufren intolerancia al gluten, los celíacos, deben asumir un mayor coste en sus alimentos, debido al alto precio de los productos especiales libres de gluten. Como ellos mismos indican, la enfermedad no es tratable, y sus "medicamentos" son tan sólo esos alimentos. En la última reunión, mantenida por la Asociación Celíaca Aragonesa con el Justicia de Aragón, se ponía de manifiesto que el sobrecoste de su dieta está estimado en hasta 1.800 euros al año. Dado que cada vez hay más personas diagnosticadas de celiaquía, se están comenzando a dar casos de familias que cuentan con más de un miembro celíaco, con un coste de alimentación difícilmente sostenible sin ayudas.
El seguimiento de una dieta sin gluten conlleva un gasto adicional y extraordinario en las personas celíacas que, según un estudio realizado por la Federación de Asociaciones Celíacas, para una dieta de entre 2000 y 2300 calorías, es de algo más de 152 euros al mes, lo que supone más de 1.800 euros al año. Las personas que han de soportar estos gastos extraordinarios no reciben, con carácter general, ningún tipo de bonificación ni subvención estatal, ni de otra institución pública o privada que pudiera ayudarles a hacer frente a los gastos referidos, solución que sí se contempla en la mayor parte de los países de la Unión Europea; entre ellos, Italia, Francia o Reino Unido.
La alimentación del celíaco debe basarse en productos naturales, como carnes, pescados, leche, huevos, frutas, verduras y los cereales permitidos. Se estima que cerca del 80% de los productos manufacturados contienen gluten: embutidos, turrones, chocolates, salsas, tomates fritos, postres lácteos, condimentos... que llevan en su composición harinas, espesantes o almidones no admitidos por los celíacos. Por ello, muchos de los productos que han de comprar, tienen que ser de calidad "extra". Los productos considerados como básicos en la dieta de cualquier persona, como pan, harina, bollos o pasta, tienen que ser sustituidos por productos especiales sin gluten, de venta en herbolarios o tiendas especializadas, cuyo precio es mucho más elevado que los considerados "normales".
En el año 2007, la Asociación celíaca aragonesa realizó un estudio comparativo de precios de productos normales y especiales sin gluten, y las diferencias eran muy importantes. Si un kilo de harina con gluten costaba 0,25 €, el precio de la que no tiene gluten era de 7,30 €. El kilo de pasta con gluten valía 0,47 €, mientras que sin gluten ascendía a 12,52 €. Un kilo de galletas costaba 0,90 € y sin gluten, 22,50 €. Un kilo de baguette normal valía 2,04 € y ese mismo kilo, sin gluten, 17,64 €.
Fuente: http://www.radiohuesca.com/Hemeroteca/Noticia.aspx?codigo=469309
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