Seguimos confinados en casa, y estoy intentando sacar tiempo para ir
actualizando el blog con recetas que tenía pendientes de publicar, como la que
comparto hoy.
El mascarpone es un tipo de queso que en casa usamos para postres. En este
caso lo hice para poder preparar tiramisú, pero tiene muchos otros usos.
Os dejo el paso a paso de la receta (a petición de mi amiga Marisol), así
que más fácil… imposible J
Ingredientes:
Nata para montar (mínimo 35% materia grasa)
Zumo de limón
¿Qué cantidades? Depende del mascarpone que queramos hacer.
Para 1 litro de nata, necesitamos 60 gramos de zumo de limón (para medio
litro de nata: 30 gramos de zumo de limón, y así sucesivamente).
He pesado el queso que he obtenido con 1 litro de nata y han sido 915
gramos, tenedlo en cuenta.
Utensilios que necesitamos: un colador grande y una gasa limpia (podéis
comprarla en la farmacia si no la encontráis en otro sitio).
Preparación:
Exprimimos los limones y pesamos el zumo, reservando la cantidad que
necesitamos para hacer nuestro queso mascarpone.
La nata tiene que estar muy fría. Comenzamos a montarla con unas barillas (eléctricas
o manuales) y cuando esté espesa (ojo, no montada del todo) añadimos el zumo limón
y batimos hasta que se integre bien.
Metemos el colador dentro de un recipiente y lo cubrimos con la gasa.
Vertemos la mezcla sobre la gasa y la tapamos con la misma gasa. Tenemos
que taparlo a mayores, con film o aluminio, para que no coja olores en la nevera.
Tiene que estar en la nevera como mínimo 24 horas para que suelte el suero.
Cuando haya transcurrido ese tiempo, veréis que el queso ya se ha formado y
que ha soltado el suero.
Lo sacamos de la gasa y el colador, ya estará listo para utilizarlo.
Y si os sobra, siempre podéis tomarlo solo, endulzarlo o acompañarlo de
unas frutas.
Espero que os guste.
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